miércoles, 20 de julio de 2016

La constelación

Tres puntos suspensivos, en tres ángulos diferentes... la fórmula perfecta para mi sanación, reducción de culpas y concentración de placeres.
Hasta ahora, no hay cuerpo, no hay ruta, ni segundas intenciones...
Una dosis de tu sonrisa tiene efectos, pero no de los secundarios.

Dos almas que se encuentran esporádicamente y hacen escala en la otra, para después proseguir con sus caóticas búsquedas del camino correcto.

Las constelaciones no se ponen de acuerdo para crearse, solo están ahí, buscando que alguien con mucha imaginación las una, y vea en ellas una figura a su placer.

Somos estrellas en movimiento que coincidimos en esta constelación.
Y la verdad es que no me molesta, para nada... ¿Por qué lo haría? Si esos tres puntos suspensivos me alejan cada día más de mis vértigos, y sin querer queriendo se acercan poco a poco a algo parecido a respirar.

Aunque, vivir ad libitum es bastante difícil, hay cabida para lanzarse al vacío, pero no para volver a la superficie.
Bastante peligroso; cómo esto.
Aunque en el fondo, más peligroso es no coincidirnos, ¿No crees?
Porque eres gasolina, y yo un yesquero.
Pero eres gasolina ad libitum y yo un yesquero bastante mañoso...

Y mientras constelaciones van desvaneciendose o formándose, me alivia que la nuestra tan solo fluya.
Me alivia que la respuesta a ¿cómo van? Sea "Fluyendo"
Una buena respuesta para alguien que no conoce la estabilidad ...

Constelaciones de canciones por escuchar, de gente por conocer, de labios por besar, y de errores que cometer.
Aunque por ahora, escuchemos los playlists que tenemos, conozcamos las personas que crucemos, besemos los labios que podemos, y si nos vamos a equivocar... equivoquemonos de una vez.








By:Mariluna Medina (@marilunamedina)
Mail: marilunamedina12@gmail.com

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